There are so many beautiful lessons, questions and invitations for us in Mary Magdalene’s story at the tomb on that first Easter morning! Here are some questions that I invite us to reflect on as we enter this Easter season, this season of transformation, where we see with new eyes, where we broaden our understanding of what God is capable of… When do have we heard our names being called, like Mary Magdalene, in the midst of desolation, confusion and despair? When have we noticed grace, even in small ways, and then been tempted to dismiss it or downplay it as something else? When have we been tempted to run away? When have we been invited to witness God’s amazing work in our lives? How do I share the ways God is present to me, with others? Let us pray for each other, for our loved ones and community members, for our world. Be our inspiration, Mary Magdalene, as we seek to know Jesus more intimately, as we search for Jesus, and as we continue to be invited to love and accompany others in our suffering world, particularly in this pandemic crisis • AE
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Por dos veces se le pregunte a María por qué llora. La primera vez la pregunta la formulan los ángeles. La segunda es el Señor mismo que, sabiendo de la búsqueda incesante de María, añade: "¿A quién buscas?". Cuando María cae en la cuenta de que es Él, su Maestro, lo agarra, y es que no quiere que su amor se esfume de nuevo. Pero el Resucitado no puede ser atrapado, ni siquiera con los lazos del amor. La lección: nuestra búsqueda no tiene fin en esta vida. Estamos siempre buscando apasionadamente. Por eso Jesús le pide a María que lo suelte: Noli me tangere! La prueba de que ha entrado en la vida de la Magdalena no es que esta lo retenga como un tesoro a su libre disposición. Es algo que responde mejor a la dinámica del amor. La prueba de que lo ha encontrado es que lo regala: "He visto al Señor y ha dicho esto". ¿Puede haber un signo más hermoso de la resurrección? Sabemos que nos hemos encontrado con el Señor y si lo regalamos • AE
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