Friday of the Fifth Week of Lent (4.3.2020)


opened book

Today many men and women want to believe and cannot; or they don't want to open their eyes. Others do not want to believe. Others know if they could believe. Some Jews in Jesus' time did not want to believe. How to believe that a man is God? This question must have shaken St. John, who finally found the answer and wrote it: "because God is love." Precisely because of this he leans so infinitely towards man, in such a way that he becomes one with him. Jesus becomes man so that all of us reach eternal bliss, with Him. That is wonderful; so incomprehensible! This closeness to God disturbs some men: it disturbed Herod, because he thought that God was going to dethrone him forever. We humans are like that, we come to think that if we let God enter our life, everything will go wrong; in fact, the opposite happens: our God does not kill anyone, he does not throw anything down, at all times he builds. God only tears down our idols: selfishness, unsupportiveness, darkness of heart, haughtiness, etc. That is why we say and believe that he is a God who builds, and who saves, who gives us eternal redemption •AE
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To all those who right now cannot receive sacramental Communion, now is the moment to do a spiritual Communion; Let us be sure that the Lord comes to our hearts:

I wish my Lord to receive you, 
with the purity, humility and devotion 
with which your Most Holy Mother received you, 
with the spirit and fervor of all the saints. Amen



two man worshiping god during daytime


En el silencio de la liturgia, se supone que debemos ser atraídos fuera de nosotros mismos hacia Dios para que sea un encuentro íntimo, porque nos encontramos al Dios quien tomó la forma, la carne humana en lo no familiar de la liturgia sagrada. El cardenal Sarah dice con énfasis que: “A menudo dejamos nuestras liturgias bulliciosas y superficiales sin habernos encontrado con Dios en ellas ni con la paz interior que Él quiere ofrecernos” ¿Cómo se supone que los fieles debemos acercarnos a participar en la liturgia? Siempre que nos acerquemos a la liturgia con un corazón bullicioso, tendrá una apariencia superficial, humana. El silencio litúrgico es una disposición radical y esencial; es una conversión de corazón. Ahora, convertirse, etimológicamente, es regresar, voltearse hacia Dios. La liturgia demanda conversión por parte de los fieles, lo que quiere decir regresar al Señor. La conversión por medio de la liturgia significa olvidarse de las distracciones de este mundo—completamente olvidándose de ellos, para que ya no tengamos un corazón dividido—y darle, entregarle todo al Señor. Esto requerirá una conversión dentro de nuestras prácticas litúrgicas. Las liturgias no deberían estar marcadas por bulla y distracciones, estas liturgias sólo fastidiarán, impedirán nuestra conversión a Dios. No hay verdadero silencio en la liturgia si no estamos con todo nuestro corazón volteados, girados hacia el Señor. Los fieles deben tener una orientación hacia el Señor, un deseo completo de darle todo. Al mismo tiempo, nuestras celebraciones litúrgicas necesitan permitirles a las personas hacer eso, las liturgias mismas no pueden estar llenas de rarezas y de distracciones que son una contradicción a la rica herencia litúrgica de la Iglesia.  Mirando al Señor, él [el sacerdote] está menos tentado de convertirse en un profesor que da una charla durante toda la misa, reduciendo al altar a un podio que no está centrado en la cruz ¡sino en el micrófono! Si queremos apagar al espíritu de bulla dentro de nuestra sociedad, nosotros, como una Iglesia, deberíamos abrazar la apropiada celebración de la liturgia totalmente, una que verdaderamente oriente al hombre hacia lo divino, volviéndolo de él mismo y de sus propios pensamientos. La sagrada liturgia, cuando es celebrada hacia Dios, es el lugar apropiado para encontrarle en el silencio. Nuestra sociedad, que continuamente está coqueteando con el ruido y con la distracción, está desesperadamente necesitada de una liturgia que es totalmente otra, una liturgia que está impregnada del silencio y enfocada enteramente en Dios, el Creador y Sostenedor del universo •AE

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