(Marc Chagall pintando unos paneles para el Lincoln Center de Nueva York
en 1966 en su taller de París)
Es bueno dar
gracias al Señor
y tañer para tu
nombre, oh Altísimo,
proclamar por la
mañana tu misericordia
y de noche tu
fidelidad,
con arpas de diez
cuerdas y laúdes
sobre arpegios de
cítaras:
porque tus
acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo las
obras de tus manos.
¡Qué magníficas son
tus obras, Señor,
qué profundos tus
designios! •
Salmo 91
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