Ya rompe el
Día, ya amanece,
del árbol
cae el dulce fruto,
radiante
estalla la Promesa,
ya brota el
Hombre del sepulcro.
Rendíos
cielos y universo,
gritad,
soltad los labios mudos,
montañas,
fuentes y caminos:
ya brota el
Hombre del sepulcro.
Cansados
pies de peregrino
doliente
pecho moribundo,
os traigo
paz y luz y amor:
ya brota el
Hombre del sepulcro.
Vivid,
amantes de la vida,
amad,
vivientes de este mundo,
bebed del
cauce de la roca:
ya brota el
Hombre del sepulcro.
Dulzura mía
y mi descanso,
Jesús, amor
en mis nocturnos,
a ti me
arrimo en trance nuevo:
ya brota el
Hombre del sepulcro.
Jesús, oh
Bello, oh Bueno, oh Santo,
Jesús
ungido e incorrupto,
a ti la
gloria, a ti el amor,
a ti que
brotas del sepulcro. Amén •
P. Rufino
María Grández, ofmcap
Logroño, 8
marzo 1993 (para la Pascua, 11 de abril)
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