G. B. Crespi, La adoración de los Magos (1610),
óleo sobre tabla de nogal, Museo de Bellas Artes de Bilbao (España)
...
María Virgen Madre muestra al Hijo,
¡oh luz de luz, oh luz de Dios nacida!
Venid, naciones todas, tras la estrellas,
de luz llenaos, que es Epifanía.
Aquel misterio oculto desde siempre,
por gracia se ha hecho historia, luz y
vida:
y Dios proclama desde el trino cuna
que el orbe entero somos su familia.
La Virgen sin mancilla, dulce rostro,
a su Hijo en cruz levantada agradecida:
y está diciendo, oh Madre del misterio,
que en él la redención está cumplida.
Venid a Bodas, sois los comensales,
miradle a él y haced lo que él os diga:
bebed la fuente pura de la luz,
sentíos puros, llenos de alegría.
Cual reyes libres van los campesinos,
y en ellos tres América se brinda,
la luz inunda orienta y occidente
por esa dulce Madre que se inclina.
¡La gloria sea a Cristo revelado,
amor de Dios que nunca se termina;
oh Dios de la hermosura y de la gracia,
oh Dios de amor en brazos de María! Amén •
P. Rufino Mª Grández, ofmcap,
Cuautitlán Izcalli (México), 6 enero 2006.
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