W. Stattler, El martirio de
los Macabeos (1830),
óleo sobre tela, Museo Nacional de Cracovia (Polonia).
...
La muerte redentora nos
espera,
por Dios santificada en su
agonía;
será el amor total, ofrenda
y tránsito,
será despojo y vida,
Eucaristía.
Celebración augusta que
traspasa
el ser que soy, tiniebla y
mediodía;
el holocausto en fuego
celestial
de todo lo que el alma en sí
tenía.
Será el anhelo libre,
desatado
de todo lo que aquí le
detenía;
mi barca en alta mar, a lo
infinito,
la fe, la vela en esta
travesía.
Venid en mi alianza,
hermanos santos,
padre Abraham con Moisés y
Elías,
creyentes que elevasteis la
esperanza,
cual pabellón de ruta, luz y
guía.
Iré yo a congregarme con mi
pueblo
y Dios me purifique en su
armonía;
será la iniquidad
aniquilada,
y en su Reino hallaré
ciudadanía.
¡Oh Dios, mi solo Dios,
eternamente,
victoria, lumbre, vida y
alegría.
glorificado seas en mi
muerte,
salvado sea yo en tu
parusía! Amén •
P. Rufino Mª Grández,
ofmcap,
3 noviembre 2009.
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