Pequeño rebaño (XIX Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo C)



Pequeño rebaño
de grande Pastor,
me siento dichoso
sintiendo su amor;
feliz…, consentido
en brazos de Dios,
no quiero ser fuerte,
no soy luchador.

Pequeño y humilde
sin más pretensión,
que ser un discípulo
y ser de quien soy.
No anhelo la fama
de un gran campeón,
yo busco un cobijo
en su corazón.

Las voces son otros,
les cedo el honor;
yo soy su silencio,
que habla sin voz.
Yo soy el aroma
Jesús es la flor;
yo soy la frescura,
la sombra del sol.

Yo soy la violeta,
- no soy girasol -,
sembrada en el suelo
donde él me arrojó.
Yo soy caminito
por donde pasó
el santo Evangelio,
Jesús Sembrador.

Yo soy la palabra
que él se guardó,
yo soy un balido
que en él resonó.
Yo soy confidencia,
soy eco y rumor,
hilito de agua
de aquel Surtidor.

Yo soy esperanza,
mirando al Señor,
yo soy un deseo,
pues soy pecador.
Y vivo en la paz,
que él fue mi perdón;
yo soy una cosa:
no soy más que amor• 

P. Rufino Mª Grández, ofmcap,
Puebla de los Ángeles, 2 agosto 2010.

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