Sube la
que es de los cielos
honra,
riqueza, corona,
luz,
hermosura y nobleza,
cielo,
perfección y gloria.
Flamante
ropa la viste,
a quien
las estrellas bordan,
en cuya
labor el sol
a ningún
rayo perdona.
La luna a
sus pies mendiga
todo el
candor que atesora,
y ya, sin
temer menguantes,
plenitud
de luces goza.
A
recibirla salieron
las tres divinas personas
con los aplausos de quien
es Hija,
Madre y Esposa. Amén •
Liturgia
de las horas, Oficio de Lectura
en la Solemnidad
de la Asunción de la Virgen María
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