José bendito, flor de los varones,
que en gracia y vocación juntas tu mano
con otra mano santa y virginal,
los dos así por Alguien convocados.
Dichoso tú, que diste a la más pura
el cálido vigor de tus abrazos,
tu amor irrevocable, tu ternura,
tu fuerza y corazón y tu trabajo.
Oh tú, que recibías lo que nadie,
en este mundo tuvo entre sus manos:
la Virgen de las vírgenes, María,
y el don del Unigénito encarnado.
José, elegido, amable y luminoso,
sendero de creyentes esforzados,
silencio, adoración, rendido al Verbo,
espera y humildad, varón cristiano.
José, honor y gozo de la Iglesia,
coloquio de Evangelio contemplado,
alienta nuestra fe con tu experiencia
y otórganos verdad de amor callado.
¡Oh Cristo, poderoso Hijo de del Padre,
que fuiste por un hombre custodiado,
a ti la bendición te da tu Iglesia,
gozosa por José glorificado! Amén •
P. Rufino Mª Grández, ofmcap.
No hay comentarios:
Publicar un comentario