ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN,
HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE
PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD,
NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY
AQUI, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA
FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS?
¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA? QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE;
QUE NOTE APRIETE CON PENA LA ENFERMEDAD DE TU TÍO, PORQUE DE ELLA NO MORIRÁ POR
AHORA. TEN POR CIERTO QUE YA ESTÁ BUENO • relato en náhuatl de las apariciones
marianas de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac. Nican mopohua (que puede
traducirse como Aquí se narra) son en realidad las dos primeras palabras de
este relato cuya autoría, según el editor Luis Lasso de la Vega), es de Antonio
Valeriano.
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