Today, with the universal Church, we affirm our belief that Mary,
the Mother of God is the perfect model of Christian life; who was preserved
from the corruption of the grave and who is the Queen of Heaven and Earth. On
this Solemnity, we are also reminded that our destiny lies beyond the grave and
each day we are being called to eternity. For that reason we said these words
in our Opening Prayer: “Always attentive to the things that are above, may we
merit to be sharers of Mary’s glory.” We cannot assume that we will go to
heaven. We must strive daily to cooperate with the Lord’s grace so that we may
be prepared on the day He calls us to Himself. Mary shows us the way: Like her,
we must, “proclaim the goodness of the Lord and rejoice in God our Savior. Like
her, we must with profound trust say daily: “Let it be done to me according to
your word.” In other words, as humble and faithful disciples our souls must
magnify---not ourselves, but the One is Lord, the Son of God, the Son of Mary. How
blessed are we that from the Cross he gave Mary to us as our Mother to guide us
on our earthly journey and to the ultimate goal for which we long. Just yesterday we celebrated the Feast of St.
Maximilian Kolbe who offered us this sound advice: “We should let ourselves be
guided by Mary and rest quiet and secure in her hands. She will watch out for
us; provide for us; answer our needs of body and spirit and dissolve all our
difficulties and worries” Mary, Queen of Heaven and Earth, pray for us today
and always. Amen • AE
…
Solemnidad de Asunción
de la Santísima Virgen María (2020)
La fiesta de hoy, por las lecturas mejor
proclamadas que nunca, debería contagiarnos esperanza. La Asunción es un grito
de fe en que es posible la salvación y la felicidad: que es verdad el programa
salvador de Dios. Es una respuesta a los pesimistas, que todo lo ven negro. Es
una respuesta al hombre materialista, que no ve más que los factores económicos
o sensuales: algo está presente en nuestro mundo que trasciende nuestras
fuerzas y que lleva más allá. La Asunción de María Santísima es la prueba de
que el destino del hombre no es la muerte, sino la vida. Y, además, que es toda
la persona humana, alma y cuerpo, la que está destinada a la vida total,
subrayando también la dignidad del cuerpo humano. En María Santísima ya ha
sucedido. En nosotros no sabemos cómo y cuándo sucederá, pero tenemos plena
confianza en Dios: lo que ha hecho en ella quiere hacerlo también en nosotros. Cada
vez que participamos en la Eucaristía, elevamos a Dios nuestro canto de alabanza,
exactamente como hizo la Santísima Virgen con su Magníficat. La plegaria
eucarística es como un Magníficat prolongado por la historia de amor y
salvación que va construyendo Dios. Cada vez que participamos en la Eucaristía
recibimos como alimento el Cuerpo y la Sangre del Señor Resucitado de quien nos
había dicho "Quien come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene vida eterna y yo
le resucitaré el último día". La Eucaristía es como la semilla y la
garantía de la vida inmortal para los seguidores de Jesús. Por tanto, de alguna
manera, también nosotros estamos recorriendo el camino hacia la gloria, como la
que ya conseguido María, la Madre. Cada Eucaristía nos acerca al misterio de la
Asunción. Si la celebramos bien, con amor y devoción, vamos pues por buen
camino • AE
…
This
year, as the celebration falls on a Saturday, the United States Conference of
Catholic Bishops has decided that the solemnity of the Assumption of the Virgin
Mary (sadly) is not a holiday of obligation.
Fr.
Agustin will celebrate the holy Mass at 8.00 a.m. at Our Lady of Grace Catholic
Church.
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