Jesús, el fiel Pregonero (III Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo C)



Tu Palabra es comunión
y tu presencia es mi vida,
que esta gracia recibida
sea, Jesús, mi misión.

¡Oh qué hermosa la Escritura,
qué dulce la profecía,
cuando Jesús la decía
con voz tan clara y segura!

En la entraña del profeta
Jesús se sintió nacer:
acaba de acontecer
la esperanza hasta hoy secreta.

Era el Mesías ungido
por Espíritu de amor;
Tú, del pobre el defensor
y bálsamo del herido.

Era la Buena Noticia,
de cautivos libertad;
Tú, de oprimidos solaz
y de sufrientes caricia.

Es Jesús el jubileo,
que del seno de Dios brota,
manantial que no se agota,
su perdón sin regateo.

Tú eres, pues, mi salvación,
anuncio de un Dios distinto:
todo temor queda extinto
ante Dios, consolación.

Tú eres Palabra Encarnada,
la verdadera Escritura,
que tiene voz y ternura
en tu vida regalada.

 Ahora y siempre serás
lo que dijiste aquel día:
la cumplida profecía.
el hoy y siempre jamás.

Jesús, el fiel Pregonero
de Dios Misericordioso,
tu Dios, el Padre amoroso,
ese es mi Dios verdadero.

Nazaret es mi Asamblea,
y tú vives hoy y aquí,
¡predícanos tú, Rabbí,
y tu anuncio gracia sea! •

P. Rufino Mª Grández, ofmcap.
Domingo III del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Puebla, enero 2010.

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