Akáthistos (en Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, 2018)






El Akáthistos es el gran himno de la liturgia oriental griega que medita sobre el misterio de la Maternidad Divina. Se le llama así porque a diferencia de otros himnos en la liturgia bizantina, se canta y escucha de pie, como el Evangelio en señal de especial reverencia hacia la Madre del Redentor. La Iglesia oriental lo considera como una de las expresiones más logradas y solemnes de su doctrina y piedad hacia la Madre de Dios.



Salve, por ti resplandece la dicha;
Salve, por ti se eclipsa la pena.
Salve, levantas a Adán, el caído;
Salve, rescatas el llanto de Eva.

Salve, oh cima encumbrada a la mente del hombre;
Salve, abismo insondable a los ojos del ángel.
Salve, tú eres de veras el trono del Rey;
Salve, tú llevas en ti al que todo sostiene.

Salve, lucero que el Sol nos anuncia;
Salve, regazo del Dios que se encarna.
Salve, por ti la creación se renueva;
Salve, por ti el Creador nace niño.

Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, ¡Virgen y Esposa!

Salve, tú guía al eterno consejo;
Salve, tú prenda de arcano misterio.
Salve, milagro primero de Cristo;
Salve, compendio de todos los dogmas.

Salve, celeste escalera que Dios ha bajado;
Salve, oh puente que llevas los hombres al cielo.
Salve, de angélicos coros solemne portento;
Salve, de turba infernal lastimero flagelo.

Salve, inefable, la Luz alumbraste;
Salve, a ninguno dijiste el secreto.
Salve, del docto rebasas la ciencia;
Salve, del fiel iluminas la mente.

Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, oh tallo del verde Retoño;

Salve, oh rama del Fruto incorrupto.
Salve, al pío Arador tú cultivas;
Salve, tú plantas quien planta la vida.
Salve, oh campo fecundo - de gracias copiosas;

Salve, oh mesa repleta - de dones divinos.
Salve, un Prado germinas - de toda delicia;
Salve, al alma preparas - Asilo seguro.

Salve, incienso de grata plegaria;
Salve, ofrenda que el mundo concilia.
Salve, clemencia de Dios para el hombre;
Salve, del hombre con Dios confianza.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
  
Salve, Nutriz del Pastor y Cordero;
Salve, aprisco de fieles rebaños.
Salve, barrera a las fieras hostiles;
Salve, ingreso que da al Paraíso.
Salve, por ti con la tierra - exultan los cielos;

Salve, por ti con los cielos - se alegra la tierra.
Salve, de Apóstoles boca - que nunca enmudece;
Salve, de Mártires fuerza - que nadie somete.

Salve, de fe inconcuso cimiento;
Salve, fulgente estandarte de gracia.
Salve, por ti es despojado el averno;
Salve, por ti revestimos la gloria.
Salve, ¡Virgen y Esposa!

Salve, oh Madre del Sol sin ocaso;
Salve, aurora del místico Día.
Salve, tú apagas hogueras de errores;
Salve, Dios Trino al creyente revelas.
Salve, derribas del trono - al tirano enemigo;
Salve, nos muestras a Cristo - el Señor y el Amigo.
Salve, nos has liberado - de bárbaros ritos;
Salve, nos has redimido - de acciones de barro.

Salve, destruyes el culto del fuego;
Salve, extingues las llamas del vicio.
Salve, camino a la santa templanza;
Salve, alegría de todas las gentes.
Salve, ¡Virgen y Esposa!

Salve, levantas al género humano;
Salve, humillas a todo el infierno.
Salve, conculcas engaños y errores;
Salve, impugnas del ídolo el fraude.
Salve, oh mar que sumerge - al cruel enemigo;

Salve, oh roca que das de beber - a sedientos de Vida. 
Salve, columna de fuego - que guía en tinieblas;
Salve, amplísima nube - que cubres el mundo.
Salve, nos diste el Maná verdadero;
Salve, nos sirves Manjar de delicias.
Salve, oh tierra por Dios prometida;
Salve, en ti fluyen la miel y la leche.
Salve, ¡Virgen y Esposa!

Salve, azucena de intacta belleza;
Salve, corona de noble firmeza.
Salve, la suerte futura revelas;
Salve, la angélica vida desvelas.
Salve, frutal exquisito - que nutre a los fieles;

Salve, ramaje frondoso - que a todos cobija.
Salve, llevaste en el seno - quien guía al errante;
Salve, al mundo entregaste - quien libra al esclavo.
Salve, plegaria ante el Juez verdadero;
Salve, perdón del que tuerce el sendero.
Salve, atavío que cubre al desnudo;
Salve, del hombre supremo deseo.
Salve, ¡Virgen y Esposa!

Salve, mansión que contiene el Inmenso;
Salve, dintel del augusto Misterio.
Salve, de incrédulo equívoco anuncio;
Salve, del fiel inequívoco orgullo.
Salve, carroza del Santo - que portan querubes;

Salve, sitial del que adoran - sin fin serafines.
Salve, tú sólo has unido - dos cosas opuestas:
Salve, tú sola a la vez - eres Virgen y Madre.
Salve, por ti fue borrada la culpa;
Salve, por ti Dios abrió el Paraíso.
Salve, tú llave del Reino de Cristo;
Salve, esperanza de bienes eternos.
Salve, ¡Virgen y Esposa!

Salve, sagrario de arcana Sapiencia;
Salve, despensa de la Providencia.
Salve, por ti se confunden los sabios;
Salve, por ti el orador enmudece.
Salve, por ti se aturden - sutiles doctores;

Salve, por ti desfallecen - autores de mitos;
Salve, disuelves enredos - de agudos sofistas;
Salve, rellenas las redes - de los Pescadores.
Salve, levantas de honda ignorancia;
Salve, nos llenas de ciencia superna.
Salve, navío del que ama salvarse;
Salve, oh puerto en el mar de la vida.
Salve, ¡Virgen y Esposa!

Salve, columna de sacra pureza;
Salve, umbral de la vida perfecta.
Salve, tú inicias la nueva progenie;
Salve, dispensas bondades divinas.
Salve, de nuevo engendraste - al nacido en deshonra;

Salve, talento infundiste - al hombre insensato.
Salve, anulaste a Satán - seductor de las almas;
Salve, nos diste al Señor - sembrador de los castos.
Salve, regazo de nupcias divinas;
Salve, unión de los fieles con Cristo.
Salve, de vírgenes Madre y Maestra;
Salve, al Esposo conduces las almas.
Salve, ¡Virgen y Esposa!

Salve, oh rayo del Sol verdadero;
Salve, destello de Luz sin ocaso.
Salve, fulgor que iluminas las mentes;
Salve, cual trueno enemigos aterras.
Salve, surgieron de ti - luminosos misterios;

Salve, brotaron en ti - caudalosos arroyos.
Salve, figura eres tú - de salubre piscina;
Salve, tú limpias las manchas - de nuestros pecados.
Salve, oh fuente que lavas las almas;
Salve, oh copa que vierte alegría.
Salve, fragancia de ungüento de Cristo;
Salve, oh Vida del sacro Banquete.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
  
Salve, oh tienda del Verbo divino;
Salve, más grande que el gran Santuario.
Salve, oh Arca que Espíritu dora;
Salve, tesoro inexhausto de vida.
Salve, diadema preciosa - de reyes devotos;
Salve, orgullo glorioso - de sacros ministros.
Salve, firmísimo alcázar - de toda la Iglesia;
Salve, muralla invencible - de todo el Imperio.
Salve, por ti enarbolamos trofeos;
Salve, por ti sucumbió el adversario.
Salve, remedio eficaz de mi carne;
Salve, inmortal salvación de mi alma.
Salve, ¡Virgen y Esposa! •


¡Frutos! (Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, 2019)



Celebramos en esta fiesta la asombrosa cercanía de lo humano y lo divino, tal como se dio en esta mujer sencilla, la doncella de Nazaret, en su vientre, y en  todo su espíritu. Dios se entrañó en María, y María quedó impregnada para siempre de Dios. A la vez que la madre alimentaba al hijo que llevaba en las entrañas, estaba siendo ella alimentada por el Espíritu del propio Hijo. María preparaba al hijo un vestido de carne, pero el hijo le bordaba a ella un vestido de divinidad. Hoy contemplamos el misterio de la simbiosis entre Dios y ella; simbiosis progresiva que no dura sólo nueve meses sino toda su vida. María fue madre de Dios por los meses de gestación y lactancia y porque con el paso de los años, mientras guardaba las cosas en su corazón, se iba ella alimentando de la palabra y del Espíritu de su Hijo[1]. Y como todos y cada uno de los misterios de la Virgen, también éste es motivo de esperanza para nosotros. La maternidad divina de María no es gracia exclusiva, sino gracia para todos en la Iglesia. También nosotros podemos llegar a esa misteriosa cercanía y simbiosis con Dios, a una relación profunda con Él. Lo dijo el mismo Jesús en el evangelio: «Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la hacen»[2]. La invitación de hoy, primer día del año es a tomar la decisión de empezar una relación profunda con Dios, a escuchar y acoger su Palabra, a hacerla crecer con las obras y a pesar de las caídas; a poner delante de él los frutos que vayan madurando en el árbol de nuestra vida, dejando todo nuestro ser a su disposición y servicio, como la Virgen Santísima. Y que María, la hermosísima Theotokos[3], la Madre de Dios, nos enseñe a vivir cercanos a Él •



[1] Cfr Lc 2, 19.
[2] Lc 8, 21.
[3] Theotokos (en griego antiguo, Θεοτόκος, en latín, Deīpara o Deī genetrix) es una palabra griega que significa Madre de Dios (literalmente, 'la que dio a luz a Dios'). Su equivalente en español, vía latín, es Deípara. Theotokos es el título que la Iglesia cristiana temprana le dio a María en referencia a su maternidad divina, título que se definió dogmáticamente en el Concilio de Éfeso de 431.

Fr. Agustin´s Schedule for December 31, 2018 -January 1, 2019 (The Octave Day of Christmas Solemnity of the Blessed Virgin Mary, the Mother of God)



Monday December 31, 2018.
Vigilia de la Solemnidad de Santa María Madre de Dios. 
6.00 p.m. Santa Misa en Español @ 
Our Lady of Sorrows Catholic Church.
...

Tuesday January 1, 2019.
The Octave Day of Christmas,
Solemnity of  the Blessed Virgin Mary, the Mother of God
  
10.00 a.m. Holy Mass in English.
@  St. Peter Prince of the Apostles Catholic Church.

12.00 p.m. Holy Mass in English.

 Our Lady of Grace Catholic Church.


Alma Redemptoris Mater (Loving Mother of our Savior)



Loving mother of the Redeemer,
gate of heaven, star of the sea,
assist your people who have fallen 
yet strive to rise again,
To the wonderment of nature 
you bore your Creator,
yet remained a virgin after as before,
You who received Gabriel's joyful greeting,
have pity on us poor sinners •

Some questions for New Year´s Eve (The Octave Day of Christmas Solemnity of the Blessed Virgin Mary, the Mother of God, 2018)



We are about to begin a New Year. What will it be like? What do I expect of the New Year? What do I really wish for? What is it I need? To what will I dedicate my most precious and important time? What will truly be new and good for me in this year that starts today? Will I live just in any way, going from one occupation to another, without knowing exactly what I want or what to live for, or will I learn to distinguish what is important and essential from what is secondary? Will I spend my life in a rut and bored, or will I learn to live with a more creative spirit? Will I keep on this year distancing myself a little more from God, or will I start to look for him more trustingly and more sincerely? Will I continue this year being muter before him, not opening my lips or my heart, or will a small, humble but sincere invocation finally spring from my shattered soul? Will I again go through life worrying only about my own welfare, or will I know how to be concerned sometimes about making others happy? To which people will I draw near? Will I sow joy in them, or will I spread discouragement and sadness? Wherever I go, will life be more pleasant there and less hard? Will it be one more year devoted to doing more and more things, piling up selfishness, tension and nervousness, or will I have time for silence, rest, prayer and encounter with God? Will I just lock myself up in my problems, or will I live trying to make a more human and livable world? Will I follow with indifference the news coming daily from nations plagued by hunger? Will I look unmoved at the mangled corpses of Iraqi people or of drowned boat people? Will I look coldly at those who come as far as where we are, looking for work and bread? When will I learn to look at those who suffer with a heart that is responsible and committed to solidarity? What is “new” about this year will not come from outside. Its newness can only spring from within us. This year will be new if I learn to believe in new and more trusting ways, if I find new and more loving gestures, so as to share a life of fellowship with those of my own flesh and blood, if I awaken in my heart a new compassion toward those who suffer. Today we start a new year. But can it be for us something truly new and good? Who is able to bring to birth in us a new joy? What psychologist will teach us to be more human? Little do our good intentions count. What’s decisive is to be more attentive to the good that Jesus awakens in us, the salvation we are offered each day. We don’t need to wait for anything other helps. This very day can be for me a day of salvation •  AE

Borriquito blando de la Virgen María (Fiesta de la Sagrada Familia de Nazareth, 2018)



Borriquito blando de la Virgen María, 
manso borriquito que llevó a Jesús
con su santa madre que al Egipto huía
una noche negra sin astros ni luz.

¡Lindo borriquito de luciente lomo!:
hasta el niño mío te venera ya,
y dice, mirando tu imagen en cromo:
– ¿Es el de la Virgen que hacia Egipto va?

¡Dulce borriquito, todo mansedumbre!:
nunca en tus pupilas asomó el vislumbre
más fugaz y leve del orgullo atroz;
y eso que una noche sin luna ni estrellas
por largos caminos dejaste tus huellas
¡llevando la carga sagrada de un Dios! • 

Juana de Ibarbourou, Burrito Santo (1950)




Salir para cambiar (Fiesta de la Sagrada Familia de Nazareth, 2018)



Los hombres terminamos por acostumbrarnos a casi todo. Con frecuencia la costumbre y la rutina van vaciando de vida nuestra existencia. Decía Peguy que «hay algo peor que tener un alma perversa, y es tener un alma acostumbrada a casi todo»[1]. Estamos acostumbrados a escuchar que Dios nació en un portal y que al poco tuvo que salir huyendo para que no lo mataran. Ya no nos sorprende ni conmueve Dios mismo se nos ofrece como niño. Decía Saint-Exupéry en el prólogo de El Principito: «Todas las personas mayores han sido niños antes. Pero pocas lo recuerdan»[2]. Se nos olvida lo que es ser niños. Y se nos olvida que la primera mirada de Dios al acercarse al mundo ha sido justamente una mirada de niño. Dios no es un ser tenebroso, inquietante y temible, sino alguien que se nos ofrece cercano, indefenso, entrañable, desde la ternura y la transparencia de un niño. Y este es el mensaje de la Navidad. Hay que salir al encuentro de ese Dios, hay que cambiar el corazón, hacernos niños, nacer de nuevo, recuperar la transparencia del corazón, abrirnos confiadamente a la gracia y el perdón. A pesar de nuestra superficialidad, de nuestros escepticismos y sobre todo, de nuestro egoísmo de adultos, siempre hay en nuestro corazón un rincón íntimo en el que todavía no hemos dejado de ser niños. Que este domingo nos atrevamos a mirarnos con sencillez y sin reservas, a hacer un poco de silencio a nuestro alrededor, a apagar el iPad, y a olvidar nuestras prisas, nerviosismos, compras y compromisos y a escuchar ese corazón de niño que no se ha cerrado todavía a la posibilidad de una vida más sincera, más bondadosa y más confiada en Dios. Es posible que comencemos a ver nuestra vida de otra manera –No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos-[3] y sobre todo es posible que escuchemos una llamada a renacer a una fe nueva. Una fe que no restringe sino que rejuvenece; que no nos encierra en nosotros mismos sino que nos abre; que no separa sino que une; que no recela sino confía; que no entristece sino ilumina; que no teme sino que ama • AE


[1] Charles Pierre Péguy, también conocido por sus seudónimos Pierre Deloire y Pierre Baudouin (1873-1914), fue un filósofo, poeta y ensayista francés, considerado uno de los principales escritores católicos modernos.
[2] Antoine Marie Jean-Baptiste Roger Conde de Saint-Exupéry1​ (1900-1944) fue un escritor y aviador francés, autor de la famosa obra El principito.
[3] Idem.

A free and gratuitous love: the family (Feast of the Holy Family of Jesus, Mary and Joseph



Among Catholics, the value of the family is defended almost instinctively, but we do not always stop to reflect on what the family is supposed to be concretely as understood and lived from the perspective of the Gospel. What would a family be like that finds its inspiration in Jesus? The family, according to him,has its origin in the mystery of the Creator who lures man and woman to each other in order to become “one flesh,” sharing their life in a mutual self-giving, animated by a free and gratuitous love. This is the first and decisive thing.This loving experience of parents can engender a healthy family. Following the heartfelt call of their love, parents become a source of new life. It is their most exciting task. It is what can give depth and a new horizon to their love. It is what can solidify forever their joint creative work in the world. Children are a gift and a responsibility. They are a difficult challenge and an incomparable satisfaction. The way Jesus acts, defending always the little ones and embracing children and blessing them, indicates the basic attitude: to care for the fragile life of those who are beginning their journey through this world.  Nobody can offer them anything better. In the midst of the present society that does not know and does not care, a Christian family tries to live an experience that is true to its origin:  to build a home that has Jesus as its point of departure. “Where two or three are gathered together in my name, there am I in the midst of them.”[1] It is Jesus that breathes life to the family, sustains it and gives it direction, so that it stays healthy. The home becomes, then, a privileged space where the most basic experiences of the Christian faith are lived: trust in a good God who is a friend of human beings; being drawn to Jesus’ lifestyle; the discovery of God’s plan to build a better world that human beings deserve, a more just and kinder world for everybody. For all this, the reading of the Gospel in the family is an experience that is decisive. In a home where one lives Jesus with simple faith, yet very passionately, there grows a family that is always welcoming, sensitive to the suffering of the needy, and where one can learn to share and to be committed to bringing about a more human world. Such a family does not look out for its own interests, but rather, it lives showing its openness to the human family. Many parents today live overwhelmed by different problems and are left all too alone to face their tasks. Could they not receive more concrete and more effective assistance from Christian communities? It would do much good to many parents who are believers to meet, share their concerns and support each other. It is not in accordance with the Gospel to demand from them heroic tasks and then have nothing to do with their struggles and the worries that leave them without sleep • AE


[1] Matthew 18:20. 

Fr. Agustin´s Schedule for December 29-30, 2018 (Feast of the Holy Family of Jesus, Mary and Joseph)



 Saturday December 29, 2018
5.00 p.m. Sacrament of Reconciliation.
@ Our Lady of Sorrows Catholic Church.

6.00 p.m. Holy Mass in English
@ Our Lady of Sorrows Catholic Church.

...

Sunday December 30, 2018
Feast of the Holy Family of Jesus, Mary and Joseph

8.30 a.m. Holy Mass in Spanish
@ Our Lady of Sorrows Catholic Church.

10.30 a.m. Holy Mass in English
@ Our Lady of Grace Catholic Church.

12.00 p.m. Holy Mass in English
@ Our Lady of Grace Catholic Church.