Cantar del alma que se huelga de conocer a Dios por fe.


Qué bien sé yo la fonte que mane y corre,
aunque es de noche.

 Aquella eterna fonte está escondida,
que bien sé yo do tiene su manida,
aunque es de noche.

 Su origen no lo sé, pues no le tiene,
mas sé que todo origen de ella tiene,
aunque es de noche.

 Sé que no puede ser cosa tan bella,
y que cielos y tierra beben de ella,
aunque es de noche.

Bien sé que suelo en ella no se halla,
y que ninguno puede vadealla,
aunque es de noche.

Su claridad nunca es oscurecida,
y sé que toda luz de ella es venida,
aunque es de noche.

 Sé ser tan caudalosos sus corrientes.
que infiernos, cielos riegan y las gentes,
aunque es de noche.

 El corriente que nace de esta fuente
bien sé que es tan capaz y omnipotente,
aunque es de noche.

El corriente que de estas dos procede
sé que ninguna de ellas le precede,
aunque es de noche.

Aquesta eterna fonte está escondida
en este vivo pan por darnos vida,
aunque es de noche.

Aquí se está llamando a las criaturas,
y de esta agua se hartan, aunque a oscuras
porque es de noche.

Aquesta viva fuente que deseo,
en este pan de vida yo la veo,
aunque es de noche.
...

Desde principios de diciembre de 1577 a mediados de agosto de 1578 san Juan de la Cruz estuvo encarcelado en Toledo, sin posibilidad de celebrar la misa ni de comulgar. Fue en esos meses cuando compuso las que sin duda son sus mejores poesías. Entre ellas, con motivo de las fiestas de la Santísima Trinidad y del Corpus Christi, este poema trinitario y eucarístico, en el que afirma que en la oscuridad de la fe conoce bien dónde se encuentra la fuente de la vida (Dios mismo), que por amor a nosotros sale de Sí mismo y nos crea para comunicarnos su vida. Mientras caminamos en la tierra, se queda con nosotros para no dejarnos solos, aunque permanece escondido en el pan de la Eucaristía. El santo de Ávila lo titula: «Cantar del alma que se huelga [=que se goza, que se alegra] de conocer a Dios por fe». 



No hay comentarios:

Publicar un comentario